Comerciantes del centro de Manacor piden al alcalde Miquel Oliver "que se haga una consulta pública general antes de cerrar al tráfico rodado la calle Ciutat (Joan Lliteras) u otras que estén en la agenda del nuevo Gobierno de Izquierdas. Si después de la consulta hay mayoría entonces se debe acatar la decisión, antes es medida unilateral". 

Aseguran varios/as comerciantes y empresarios del centro que, cerrar una calle al tráfico rodado sin estudiar en profundidad los accesos alternativos, consecuencias, y si perjudica a terceros, también es “Urbanismo Comercial a la Carta”. Mantienen los comerciantes del centro "cuando se cierra al tráfico rodado la calle Joan Lliteras se pierde el 35% de la facturación en el resto de los establecimientos, eso es ir contra el interés general".

Una reunión entre comerciantes del centro ha concluido que cuando se cierra a los coches la calle Joan Lliteras (Ciutat) los vehículos evitan Manacor por el centro porque es muy difícil el acceso alternativo, ellos han notado que cuando ocurre el cierre sus cajas se resienten hasta el 35% en la mayoría de ocasiones.

"Si se quiere peatonizar más zonas es importante contar primero con un Plan de Movilidad serio, alternativas de comunicación y accesos, hacer una consulta entre el sector, imponer el cierre de un artería de la ciudad también es Urbanismo Comercial a la Carta", concluyen.

El anuncio de los responsables municipales que se harán pruebas de manera inminente en el cierre a coches por la artería de Joan Lliteras y seguramente de aprovecharán las fiestas de Navidad, ha puesto en pie de guerra a otros comerciantes, "primero porque hay que escuchar a todos/as de la propia calle, segundo porque la demolición del Parking el Principal está suponiendo el colapso del centro".

Y tercero porque si se quiere evitar acciones a la carta, está claro que primero hay que consultar a los vecinos y con un Plan de Movilidad que lo avale. Otra china en el pie del primer edil. Gestionar es decidir, aseguraba un regidor de la corporación.