Rafael Nadal estará por decimosexta vez en los cuartos del Masters 1.000 de Roma, donde sólo falló una vez, en la edición de 2008, cuando fue derrotado por su compatriota Juan Carlos Ferrero. La víctima este jueves ha sido Denis Shapovalov, número 14 del ranking a sus 22 años, con un tanteo de 3-6, 6-4 y 7-6(3).

El español salvó dos pelotas de eliminación en el duodécimo asalto de la manga de desempate. Un revés fallado y una caña hundieron las esperanzas del joven canadiense.

El partido empezó a las 14.00 horas, casi una hora después de que Ashleigh Barty derrotara a Veronika Kudermetova. El día anterior, Nadal se había quejado de que en el orden de juego del jueves aparecía en el tercer turno, justo después del Barty-Kudermetova. Dijo que el programa estaba mal hecho y la organización rectificó dándole la razón.

En el primer día con público en las gradas (un 25 por ciento de aforo), el nueve veces campeón en la capital italiana sufrió más que nunca, pero ganó como casi siempre que juega en cancha lenta. Shapovalov llegaba la cita con cuatro triunfos en la gira de polvo de ladrillo, dos de ellas esta semana: Jeremy Chardy (Barcelona), Dusan Lajovic (Estoril), Kamil Majchrzak y Stefano Travaglia (Roma).

El inicio fue un calco del debut ante Jannik Sinner. El español, parado de piernas, entregó su saque y lo hizo una segunda vez más para verse con un 4-0 por debajo en el resultado. De los 23 primeros puntos, 17 cayeron para el canadiense. Tardó 23 minutos en estrenar su casillero y evitar un doloroso e histórico rosco.

Denis, más activo de piernas, era el único dueño del partido. Todo lo que pasaba en el campo centrale dependía de su raqueta. Fue ganar el primer juego y el decorado cambió. Nadal se puso el mono de trabajo y se anotó la primera rotura.

Sin hacer ruido le fue comiendo terreno a su rival. Los ganadores de Shapovalov se tornaban errores no forzados. Al número tres mundial le entraban los saques y dejó de sentir la permanente presión con los restos que llegaban desde el otro lado de la red.

En mitad de la reacción del manacorí, un operario tuvo que salir a fijar los clavos de la línea blanca. El marcador reflejaba un 4-3. Nadal levantaría tres bolas de set. No podría con la cuarta, estrellando un revés a la red.

El español hace tiempo que juega sin servicio, un golpe con el que no hace daño y tampoco le permite iniciar los puntos con ventaja. Lo ha perdido en sus últimos 11 partidos. Mohamed Lahyani volvió a amonestarle por retrasar la puesta en escena de la pelota.

En la grada tomaba nota de todo lo que pasaba Jannik Sinner. Shapovalov mostraba la decisión sobre la arena que le faltó a él cuando tenía ventaja ayer en las dos mangas. El canadiense puso otra vez una marcha más para situarse con 3-0. Tuvo incluso pelota de 4-0.

El rey de la tierra no iba a rendirse tan fácilmente y volvió a escena. Firmó las tablas anotándose cinco juegos seguidos. El partido se iba a decidir por pequeños detalles. El primer detalle fue que el canadiense se hizo por quinta vez con el servicio del adversario (3-1).

El segundo, que Nadal le devolvió la rotura inmediatamente después. Con 3-3, Rafa tuvo opción de adelantarse. Le cerraron la puerta a saquetazos. Era un cara o cruz y la cara fue para el mejor de la historia sobre tierra. Información de Joan Solsona del diario deportivo MARCA.